Con una inversión de 1.000 millones de euros, Altri busca transformar la industria textil con la construcción de una planta de lyocell en Lugo, que promete reducir drásticamente el consumo de agua y la huella de carbono.
El grupo portugués Altri proyecta construir en Palas de Rei (Lugo) la primera fábrica de producción de lyocell de la península Ibérica, una fibra textil sostenible elaborada a partir de celulosa de eucalipto. Según Carlos Van Zeller, consejero ejecutivo de la compañía, el lyocell reduce significativamente el impacto ambiental. Por ejemplo, para fabricar unos jeans de lyocell se requieren solo 10 litros de agua, en comparación con los 20.000 necesarios para unos de algodón.
La planta tendrá una inversión estimada de 1.000 millones de euros y generará 500 empleos directos y entre 2.000 y 3.000 indirectos. Se prevé que su construcción inicie tras la obtención de la licencia ambiental, cuya aprobación está en manos de la Xunta de Galicia, con una respuesta esperada para principios de 2025.
El lyocell, considerado una alternativa sostenible al algodón, es reciclable y fabricado a partir de madera certificada. Su producción genera un impacto menor en el medio ambiente, no solo por el ahorro de agua, sino también por tratarse de un proceso limpio y renovable.
La planta de Altri en Galicia producirá 250.000 toneladas de celulosa soluble al año en su primera fase, parte de la cual será destinada a la fabricación textil dentro de la península Ibérica. Esto responde al interés de grandes marcas de moda en localizar su producción cerca de los mercados, reduciendo la dependencia de Asia y fortaleciendo la sostenibilidad en la cadena de suministro.
El proyecto también contempla la creación de un sistema sostenible de manejo forestal, que incluye la corta y repoblación de eucaliptos en Galicia, donde existe un excedente de madera. Además, Altri no descarta incorporar una planta de reciclaje textil, consolidándose como referente europeo en sostenibilidad.
A pesar de los beneficios anunciados, el proyecto ha recibido 25.000 alegaciones, de las cuales un 95 % ya han sido respondidas. Solo un 5 % de estas provienen de colectivos gallegos, según Van Zeller, quien asegura que están comprometidos con resolver las inquietudes de las partes interesadas.
La planta comenzaría a operar en 2027, marcando un hitoen la industria textil y posicionando a Galicia como un actor clave en la economía sostenible.
EFE