Pedro César Martínez Morán, Universidad Pontificia Comillas
Cuando España se proclamó campeona del Eurobasket masculino en 2022 por cuarta vez, la FIBA publicó en su cuenta de Twitter un comentario que simplificaba lo que era el baloncesto. Venía a decir que es un juego en el que 10 jugadores persiguen un balón durante 40 minutos, y al final siempre gana España.
España se acaba de proclamar ganadora de la Eurocopa de fútbol masculino. Ya fue el primer equipo nacional de fútbol no británico que ganó en 1929 a la creadora de este deporte. Por parte inglesa, era la primera vez que su selección jugaba la final de un gran torneo futbolístico fuera de sus fronteras. Como sus colegas de baloncesto, también es la cuarta vez que los españoles consiguen el máximo trofeo europeo de selecciones nacionales.
El día anterior se viralizó un claro apoyo hacia los españoles. No predictivo, solo emocional, e incluso humorístico.
El fútbol es un deporte que hunde sus raíces en civilizaciones antiguas. Inglaterra le dio forma y reglas.
En 1960 se juega la primera edición de la Eurocopa de fútbol masculina. La Unión Soviética recibió el premio al ganador inicial. En la reciente competición celebrada en Alemania han participado 24 selecciones. Un mes completo de duración. Cincuenta y un partidos.
Dieciséis ediciones se han celebrado hasta ahora. Ningún país colecciona tantos triunfos como España, que ha jugado cinco finales y ha ganado cuatro de ellas. Alemania obtuvo el campeonato en tres ocasiones. Italia y Francia han subido al primer escalón del podio dos veces. Seis países han saboreado las mieles de la victoria una vez.
Una competición en la que los jugadores representan a su país de nacimiento, a la nación que han escogido o a aquel de donde es originaria su familia. El grupo permanente, el club, se ve sustituido, temporalmente, por su selección. Para darle status de continuidad los equipos se identifican con un nombre: La Roja, The Three Lions, Les bleus, Gli Azzurri.
Las raíces de tantos triunfos: los récords de España
El palmarés de las selecciones de fútbol españolas en categorías inferiores es sobresaliente. España es el país que más trofeos europeos tiene en sus vitrinas en sub-21 (empatado con Italia), sub-19 (empatado con Inglaterra) y sub-17, en solitario.
En el torneo senior, nadie había ganado, hasta ahora, los seis primeros partidos sin necesidad de llegar a los penaltis. Tantos triunfos, fruto de muchos años de trabajo, demuestran una brillante e envidiable gestión del talento.
El talento lo gestiona el entrenador, Luis de la Fuente. Seleccionador en categorías inferiores, tiene el perfil que necesita el equipo. En su curriculum figuran una Eurocopa sub-19 y una sub-21.
A nivel individual, un jugador de 17 años, Lamine Yamal, no ha dejado de acumular récords de precocidad durante esta edición. La BBC, además de alabar el juego español, ha dado la bienvenida a la nueva estrella.
Las condiciones del grupo
La selección española “es el mejor equipo” de la Eurocopa 24, vaticinó Deschamps, el seleccionador francés. La abundancia de talento no parece ser un obstáculo en este deporte, al contrario, parece que existe una correlación positiva entre el número de jugadores cualificados de un equipo y el éxito del mismo.
Otros elementos que favorecen el alto rendimiento de un equipo son la comunicación y el apoyo al equipo. En el caso del equipo español se ha destacado el buen clima reinante, la buena convivencia y la comunicación fluida con el entrenador. Merino manifestó que De la Fuente lidera desde el cariño. El grupo de jugadores ha tenido también una relación positiva.
El método De la Fuente
Las competiciones de fútbol no descansan. La letra de la canción “La partita di pallone”, escrita en 1955, caducó pronto. Se aludía a por qué la protagonista se quedaba sola los domingos por la tarde. El causante era el partido de fútbol que se jugaba ese día. Ya no es así. El fútbol se practica varios días a la semana. Lo juegan por separado ambos géneros, pero lo ven juntos.
Los mejores futbolistas de cada país rivalizan durante un mes buscando la gloria. Olvidan sus lesiones y los variados idiomas de los vestuarios multinacionales. La Eurocopa obliga a una gestión del grupo muy eficaz.
España ha conseguido modificar la sensación de ganar a través de la furia, concentrada en el célebre “A mí el pelotón, Sabino, que los arrollo”. Primero, a través del tikitaka, sinónimo de buen juego, y que consiguió ganar tres grandes torneos en cuatro años, y luego a través del “método De la Fuente”, que heredó el sistema anterior para superarlo.
Del pesimista “jugamos como nunca y perdimos como siempre”, España ha demostrado que se podría manifestar “jugamos como nunca y ganamos… como casi siempre”.
Pedro César Martínez Morán, Director del Master in Talent Management de Advantere School of Management / Profesor asociado de la Facultad de Ciencias Economicas y Empresariales, Universidad Pontificia Comillas
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.