Desde ya la política dinámica, tiene gestos o rostros electorales que se van conformando en su nuevo espectro.
Por ejemplo. una eventual alianza de los partidos de la U, Sentimiento de Todos y lo que representa Primero Pereira, y otro grupo minoritario (omisión de su nombre por reserva pedida), que le ajustarían cuadros: pegarle duro a dos Cámaras y mínimo un senado.
SENTIMIENTO REAL
No es de poca monta: todos tienen diputados. Todos cargan con concejales y a ello súmele “el banderazo” de Javier Darío Marulanda, ex candidato sorpresa en las elecciones pasadas para la gobernación, el propio Víctor Manuel Tamayo con recordación de sus mandatos como goberrnador y las famosas terapias neurales, que regresan con todo. Sin fecha de vencimiento. Ya llegan y por Santa Rosa.
Marulanda, es cabeza de playa y no lo auedaría mal intentar otra salida a la gobernación de su departamento. Obtuvo elogiosos resultados. Los momentos son otros, también.
El médico está en la política. Es oposición en la Asamblea, al ubicar pupitre por el sorprendente, segundo lugar.
SENTIMIENTO DE TODOS
Sentimiento de Todos: es un partido lleno de colorido y matices. No sólo votos conservadores sino policromático. De alcance y en la búsqueda de alcanzar sitial. Nacieron, crecieron para reproducirse y aspirarm, en consecuencia.
A varios de sus protagonistas, se les ha visto en la tribuna, en conversaciones donde se toma tinto y goza de reconocimiento electoral. Al lado, contertulio apsaionados por la tribuna y la bandera.
Por el otro lado: la U, que está ganosa. Se siente fuerte y con el libreto abierto. Votos tiene. A ello súmele la artillería pesada de Primero Pereira.
LOS QUE SON
Nombres como Juan Carlos Valencia, Tatiana López, ya saliendo y “amagando” en el tablado, prenden luces y colocan foco sobre sus nombres. También, el del concejal, Carlos Mario Gil.
El minoritario no es nuevo en política. Tiene vocación de poder y no de desaparecer. Es serio y leal en las causas en las que se compromete. Por definir, si apoya un senado de la alianza.
Aunque todavía es tiempo de soñar en política, ante la desgarradora realidad que se avecina. Unos en cuidar lo que tienen y otros en pellizcar el apetecido pastel político.
Por Álvaro Rodríguez Hernández
EJEINFORMA.COM