El vínculo de Diana Moreno y su hijo Daniel Morales rompe barreras con el Para cycling

Familia Morales Moreno
  • El Para ciclista terminó en la tercera posición en la prueba de contrarreloj T1-T2 en los I Juegos Nacionales Juveniles.

. ¡Vamos, tigre! Grita Diana Moreno con ahínco desde una camioneta. El aliento es constante a su hijo, Daniel Esteban Morales Moreno, quien compitió en la prueba T1-T2 de los I Juegos Nacionales Juveniles. Su energía se transmite como una ola de fuerza y cariño que recorre cada metro de la carretera, dándole el impulso necesario para afrontar cada uno de los 10.3 kilómetros de la competencia.
 
Con cada movimiento se percibe la conexión entre madre e hijo; una mezcla de apoyo incondicional y orgullo que se refleja en su rostro, al que se le dibuja una sonrisa mientras avanza. Pedaleo con felicidad. Su determinación y constancia lo han llevado a superar límites que parecían imposibles hace algunos años, desafiando toda expectativa. Cada vuelta de la rueda es un testimonio de su esfuerzo, una prueba de que el trabajo y la perseverancia logran abrir caminos antes impensados.
 
Y así se sube al podio: medalla de bronce. Aplausos de pie. Algarabía. Diana Moreno se alegra, lo mismo hace Fabián Morales, su esposo. Ambos los encargados de criar a un “tigre” (por el apodo que le puso Fabián Morales desde que era niño); de crear a un imparable. Una tarea que empezaron a labrar hace cuatro años, porque el anhelo de Daniel Morales era la bicicleta. Un gusto que por su parálisis cerebral se veía imposible, porque le habían dicho que nunca iba a poder pararse de la cama.
 
Pero el deporte apareció para hacerlo más independiente, para demostrar que cuando existe la disciplina cualquier logro es alcanzable. Comenzó en natación, pero su sueño de montar bicicleta lo llevó a seguir ese camino y después de contar con la enseñanza de Jaime Ramírez o Gabriel Castro, su habilidad fue mejorando, al igual que su motricidad.

Daniel Esteban Morales Moreno


 
Con su mamá, Diana Moreno, se prepara día a día para que esa sonrisa sobre la bicicleta nunca desaparezca. “El deporte le ha ayudado mucho y nos ha demostrado que la discapacidad no es un impedimento para practicar alguna disciplina. Siempre hay que buscar cuál es la adecuada para que se convierta en una fuente de alegría, motivación y superación”, destacó.


La evolución fue notable. Al comienzo necesitaba ayuda para dar un pedalazo completo, después el triciclo se convirtió en su vehículo para asistir a terapias y a clases y hoy por hoy es su fiel compañero en las competencias. Cada entrenamiento representa un paso más hacia su independencia y sus sueños. Ahora, Daniel no solo pedalea con soltura, sino con la confianza de quien sabe que puede ir más allá de lo que alguna vez imaginó.
 
El proceso de Daniel Esteban Morales avanza con solidez. El bronce que logró en los I Juegos Nacionales Juveniles se une a los que alcanzó en la Copa Colombia de Para Cycling. De a poco, sus habilidades se van desarrollando y su confianza crece, convirtiéndolo en un ejemplo de dedicación y superación para todo un país.



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