- A sus 17 años, es el único Para atleta que representa al departamento sede en las justas.
- Con el aliento de la afición local, ha respondido con tres podios: dos bronces y una plata.
Armenia, noviembre 15 de 2024. Desde muy pequeño, Jhonkarly Álvarez supo que el agua era su lugar. A los tres años, impulsado por una recomendación médica, se sumergió en el mundo de la natación como un simple hobby.
Pero lo que comenzó como una actividad recreativa, pronto se transformó en su mayor pasión. “El deporte hacía parte de mí”, comenta quien hoy, a sus 17 años, se ha convertido en el único representante de la delegación del Quindío en los Juegos Nacionales Juveniles, sector olímpico y paralímpico.
Con un espíritu competitivo firme y resistente, Jhonkarly se lanzó a la piscina por primera vez en una competencia a los 7 años, enfrentándose a nadadores del sector olímpico y demostrando así su talento innato.
Practicar junto a deportistas le ha fortalecido. “Entreno con los mejores para ser el mejor”, afirma con una sonrisa. Su rutina diaria no es para los débiles: dos horas de entrenamiento cada mañana y cada tarde, nadando hasta 5 kilómetros al día.
Semejante esfuerzo le valió para ser el único quindiano de las justas juveniles más importantes del país. Presión que se convirtió en motivación para lograr ya tres podios: plata en los 100m mariposa S9-S10 y dos bronces (100m espalda S10 y 100m libre S10).
Pero más allá de las medallas, Jhonkarly encontró en la natación su razón de ser. “Hubo momentos en los que quise rendirme, pero siempre encontré un nuevo motivo para nadar”, recuerda.
El deporte, combinado con el apoyo incondicional de su familia, especialmente de su padre Edwin, un policía que siempre lo ha acompañado, le permitió mantenerse enfocado y superar dificultades.
“Luchar, siempre luchar, es lo que me ha enseñado la vida”, aconseja a otros jóvenes que puedan estar atravesando incertidumbres por alguna discapacidad.
La experiencia de competir en los Juegos Paranacionales del año pasado en la categoría abierta fue un punto de inflexión para él. Allí, enfrentándose a nadadores de élite, Jhonkarly descubrió el nivel competitivo que se exige en estas justas.
“Fue un reto enorme, competí con nadadores del sector olímpico y sentí la presión, pero eso me motivó a entrenar más fuerte”, recuerda. Ahora, de regreso en su tierra natal y en la categoría juvenil, siente un renovado entusiasmo al participar junto a Para nadadores de su misma edad y categoría.
Su meta es clara: en dos años, espera representar a Colombia en competencias internacionales de fondo, un sueño que lo motiva a seguir entrenando con la misma intensidad.
“Tomen cada paso como un impulso hacia adelante. Elijan un rumbo, tengan metas claras y, por más pequeñas que sean sus victorias, celébrense siempre”, dice a manera de lección de vida y debida.
Con cada brazada, Jhonkarly no solo lleva en alto el nombre del Quindío, también un mensaje de esperanza y determinación para todos aquellos que luchan por sus sueños.
