- La historia de cinco mujeres que apoyan irrestrictamente al judoca bogotano Arley Vallejo, quien ganó medalla de bronce
Cuando faltaban pocos minutos para el inicio de uno de los combates finales en la disciplina de judo de los I Juegos Nacionales Juveniles en Pereira, cinco mujeres literalmente corrían y corrían para tratar de llegar a tiempo a Expofuturo, el sitio de la competencia.
Ellas creían que estaban cerca de su lugar de destino, donde Arley Vallejo de la delegación de Bogotá, se disponía para hacer su combate en la categoría de menos de 60 kilos en busca de una de las medallas.
Esas mujeres eran la mamá, la abuela, la tía y las dos hermanas del deportista, que hicieron un “mal cálculo” y creyeron que yéndose a pie llegarían rápido y con suficiente tiempo. “Nunca había corrido tanto, pero valió la pena porque alcanzamos a llegar y, además, él estaba un poco angustiado” comentó doña Sandra Milena Vergara, la mamá del deportista que hace un relato emocionado de lo sucedido.
Por tierra
Llegaron desde Bogotá en un largo viaje en bus, pero todo eso hace parte de los sacrificios y de mostrarle el irrestricto apoyo a Arley, quien no los ha defraudado para nada, a pesar de que esta vez no pudo conseguir la presea de oro.
“No siempre se puede ganar, esto hace parte de su formación y le servirá para crecer de muchas maneras” agregó la mamá mientras que Arley señaló.
“Esta vez se me escapó la de oro, pero construiremos algo bueno para conseguirla”. Ellas (las integrantes de su familia) están muy felices, vine por la de oro, pero me voy con la de bronce y al menos no nos vamos con las manos vacías” puntualizó.
De Juegos Intercolegiados
Y es que Arley viene construyendo una carrera deportiva muy interesante. Se graduó del bachillerato en el 2022. Fue campeón nacional de los Juegos Intercolegiados Supérate y gracias a ello tiene una beca que le permitirá iniciar muy pronto sus estudios de idiomas.
“Imagínese esa bendición, esa beca es una gran ayuda así que estamos muy agradecidas con Dios y con el deporte” dice doña Sandra, quien prefiere ver ‘en vivo y en directo’ las competencias de su hijo, así desde el día anterior sufra de ansiedad, náuseas, estrés y no pueda ni dormir ni comer.
Sus cinco mujeres
Mientras Arley está en el podio a punto de recibir su medalla voltea a mirar y observa que muy cerca de allí están esas cinco mujeres que han estado siempre ahí en su carrera deportiva.
La mamá que desde el principio lo ha apoyado, la tía que está pendiente de todas sus cosas, sus hermanas por quienes llegó al judo, ya que ellas entrenaban patinaje y cerca al lugar de entrenamiento había una academia de judo y la abuela que con sus bendiciones y sabios consejos le da la confianza necesaria para seguir esta difícil ruta del deporte de alto rendimiento.
Cuando termina la ceremonia de premiación y Arley baja del podio con su medalla en la mano es recibido por esas mujeres y, entre todos, se entrelazan en un fuerte abrazo que resulta tan o más significativo que la medalla misma.