El real estate corporativo se redefine en Colombia: la nueva era de la flexibilidad

  • 2025 marca un punto de inflexión para el mercado de oficinas en Colombia: mayor demanda por espacios flexibles y eficiencia operativa están transformando el uso del real estate corporativo.
  • En Colombia, el 33 % de los portafolios de oficinas son espacios flexibles tercerizados.
  • WeWork se ha convertido en un actor relevante dentro del real estate corporativo de la región. 

Bogotá, julio de 2025. 

El trabajo híbrido no solo está cambiando la manera en que las personas trabajan, sino también la forma en que las empresas conciben y utilizan los espacios físicos. En Colombia, el real estate corporativo vive un proceso de transformación marcado por la necesidad de modelos más ágiles, eficientes y adaptables a las nuevas dinámicas laborales. Según fuentes del sector, para 2025 ya el 33 % de los portafolios de oficinas son espacios flexibles tercerizados, una señal clara de que las empresas están priorizando soluciones más versátiles frente a las opciones tradicionales.

De acuerdo con los últimos reportes, este año representa un punto de inflexión para el mercado inmobiliario corporativo en el país. Se espera una recuperación sostenida de la inversión institucional, una estabilización en los valores de renta y un crecimiento en la demanda de espacios flexibles, bien ubicados y con infraestructura compartida. El interés de actores internacionales por ampliar su presencia en Colombia, especialmente en sectores como tecnología, logística, fintech y servicios profesionales, está impulsando este cambio.

“Hoy las decisiones sobre el uso del espacio ya no pasan únicamente por el área disponible o la ubicación, sino por la capacidad de los entornos para adaptarse a las necesidades reales del negocio y de las personas que lo conforman”, señala Nicolás Sánchez, Head of Sales de WeWork para Colombia y Perú.

En este contexto, WeWork se ha convertido en un actor relevante dentro del real estate corporativo, ofreciendo soluciones que permiten a empresas grandes y pequeñas ocupar espacio de forma flexible, escalable y sin inversiones de capital. Su presencia en las principales ciudades del país ha facilitado que múltiples organizaciones rediseñen su estrategia inmobiliaria, pasando de modelos tradicionales a formatos adaptables por equipos, proyectos o unidades de negocio.

Además del ahorro en costos fijos y operativos, esta transformación ha demostrado tener beneficios en términos de satisfacción de los colaboradores, atracción de talento y velocidad de expansión, especialmente en un mercado que exige mayor agilidad.

Con esta evolución, el real estate corporativo en Colombia ya no se define por metros cuadrados, sino por su capacidad de acompañar la estrategia de negocio. La flexibilidad, cada vez más, se posiciona como el nuevo estándar.



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