
Kazajistán ha dado un nuevo paso para consolidarse como centro de finanzas e inversiones digitales de Asia Central, con el lanzamiento del primer fondo cotizado (ETF) de Bitcoin al contado de la región.
La Bolsa Internacional de Astaná (AIX) comenzó esta semana a negociar el Fonte Bitcoin Exchange Traded Fund OEIC PLC (BETF), un producto gestionado por Fonte Capital Ltd, con sede en Londres.
A diferencia de los productos de futuros sobre Bitcoin, un ETF al contado replica directamente el precio de la criptomoneda, ofreciendo a los inversores exposición regulada sin necesidad de poseer los propios tokens.
El director gerente de Mercados y Productos de la AIX, Birzhan Astayev, afirmó que la cotización «abre un nuevo capítulo» para los mercados de capitales del país y muestra la voluntad de Kazajistán de conectar a los inversores globales con las oportunidades de Asia Central.
De una economía de materias primas a las finanzas cripto
El lanzamiento se produce mientras Kazajistán busca diversificar su economía, tradicionalmente impulsada por las materias primas.
El país ha desarrollado discretamente una de las mayores industrias de minería de Bitcoin del mundo, gracias en parte a su energía barata, y ha elaborado un marco regulador de activos digitales que se sitúa entre el enfoque permisivo de Dubái y la postura más cautelosa de la UE.
El papel creciente del Centro Financiero Internacional de Astaná
El Centro Financiero Internacional de Astaná (AIFC) –del que forma parte la AIX– fue creado en 2018 para atraer capital extranjero.
Se basa en el derecho común inglés, ofrece incentivos fiscales y cuenta con infraestructuras inspiradas en centros financieros como Singapur y Abu Dabi.
Además de las finanzas digitales, la bolsa desarrolla mercados especializados para empresas mineras y proyectos de infraestructuras vinculados a la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China.
De la minería bruta a los productos financieros regulados
Para Kazajistán, que ha recibido críticas por el elevado consumo energético de la minería de criptomonedas y su impacto en la red eléctrica, el lanzamiento de este ETF podría ser una señal de cambio estratégico: pasar de la minería bruta a productos financieros regulados y de mayor valor añadido.
Este giro podría ayudar a atraer a inversores institucionales que desconfían de la volatilidad y los riesgos de gobernanza asociados al sector cripto. EFE