Con amor y compromiso la Gobernación de Risaralda acompaña la noble labor de quienes rescatan animales

En Risaralda, los héroes que dedican su vida a rescatar y proteger animales reciben el respaldo de la Gobernación, uniendo amor, solidaridad y compromiso por el bienestar animal.

Santa Rosa de Cabal, Risaralda, 13 de septiembre de 2025.

En la vereda San Bernardino de Santa Rosa de Cabal, la vida late distinto. Allí, entre montañas cafeteras, Gloria Patricia Ramírez abre cada mañana la puerta de su casa convertida en albergue. No es un refugio cualquiera, es un hogar donde veinte perros y catorce gatos conviven como familia, después de haber sido rescatados en condiciones de profundo abandono.

Cada ladrido y cada maullido cuentan una historia. Princesa, por ejemplo, llegó mutilada, sin orejas ni cola; Cukis, una perrita arrojada de una moto cuando apenas tenía horas de nacida sobrevivió gracias a la bondad de quienes decidieron darle una oportunidad.

“Ellos no son nuestra compañía, son nuestra familia. Aquí no se discrimina ningún animalito, todos conviven con nosotros, los consideramos como hijos”, relató Gloria Patricia con la voz entrecortada, agradeciendo el acompañamiento recibido de la Gobernación de Risaralda y en nombre de la primera dama Catalina Giraldo Henao.

Hasta este rincón de Santa Rosa llegó el equipo de la secretaría de Desarrollo Agropecuario, encabezado por su secretario Juan Carlos Toro y Héctor Jaime Gutiérrez, médico veterinario.

“Se hace un diagnóstico donde se observa un albergue que cumple con todas las garantías para brindar bienestar animal. Los perros y gatos gozan de felicidad y de una vida protegida”, indicó, el veterinario, al reconocer las buenas condiciones del lugar:

La visita no fue solo un gesto institucional; fue un acto de reconocimiento a la labor silenciosa que realizan familias como la de Gloria Patricia, quienes han dedicado años a cuidar y rescatar animales de generación en generación sin esperar nada a cambio.

Ella lo resume en una frase: “Ellos no tienen voz, nosotros somos su voz. Son parte de nosotros, y nosotros somos parte de ellos”.

En el recorrido, el mensaje de gratitud se sintió fuerte. “Es la primera vez que nos tienen en cuenta de esta forma. No es obligación, es un acto de bondad, una bendición que llega a nuestras manos y a la de estos animales que tanto lo necesitan”, expresó con emoción la cuidadora del albergue La Gloria.

Con acciones como esta, la Gobernación de Risaralda reafirma que el bienestar animal también es un compromiso social. Porque más allá de las cifras, lo que queda es la certeza de que, en cada historia de rescate, en cada animalito que encuentra refugio, hay una semilla de amor que crece en el corazón del departamento.

Fotos: Prensa Gobernación de Risaralda



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