El movimiento Talibán, que controla Afganistán desde agosto de 2021, construye a ritmo acelerado el canal de irrigación Qosh Tepa, que se alimentará con las aguas del río Amu Daria y podría causar un grave déficit del preciado líquido en los países centroasiáticos vecinos, según advierten expertos.
«Qosh Tepa genera conflictos y en caso de que su construcción no sea adecuada, conducirá a consecuencias negativas», declaró el politólogo uzbeko Abdusamat Jaidárov en una conversación con representantes de varios países centroasiáticos dedicado al impacto de este canal.
El canal, del cual ya han sido construidos 108 de los 285 kilómetros previstos en el proyecto, tomará del Amu Daria, el mayor río de Asia Central y Afganistán, unos 25.000 millones de metros cúbicos anuales de agua, reduciendo considerablemente el caudal que llega al resto de los países de la región, constató el analista.
Una situación que agrava el de por sí creciente déficit de agua en esta región y contrasta con el crecimiento demográfico y los planes de desarrollo económico de los países vecinos.
El Amu Daria se extiende a lo largo de más de 2.400 kilómetros, de los cuales más de 1.400 son navegables, y sirve de frontera natural entre Afganistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán, antes de desembocar en el mar de Aral, famoso por su intensa reducción, uno de los mayores desastres medioambientales de la historia.
Los talibanes construyen el canal con tecnologías obsoletas, lo cual podría conllevar a grandes pérdidas de agua debido a fugas, por lo que el experto uzbeko llamó a dialogar con los talibanes e incluso enseñarles el uso de nuevas tecnologías, que reviertan esta situación.
«La toma considerable de agua de Amu Daria por parte de Afganistán incidirá no solo en los países de Asia Central si no también en las regiones noroccidentales de Afganistán, ya que el canal irrigará solo las 500.000 hectáreas de tierra más cercanas», señaló Jaidárov, según el cual la situación podría afectar incluso a Irán.
Ante estos retos, el experto kazajo Ruslán Kazkénov, llamó a todos los países centroasiáticos, incluyendo Kazajistán, que no tiene frontera con Afganistán, a promover el diálogo con Kabul para lograr un acuerdo sobre el aprovechamiento de los recursos hídricos del Amu Daria, vitales para la región.
«Debemos descubrir Afganistán, que estuvo cerrado para los países de Asia Central casi cien años. Ahora tenemos la oportunidad de rectificar esta situación (…) y sobre esa base erigir el diálogo futuro«, afirmó.
Para ello, llamó a aprovechar organismos como la Conferencia de Interacción y Medidas de Confianza en Asia (CICA), de la cual Afganistán es miembro, y la Organización de Cooperación de Shanghái, donde Kabul es observador.
Kazajstán ha tomado medidas para dialogar con el Gobierno afgano y ha invitado a representantes talibanes al Foro Internacional de Astaná, que se celebrará en junio y estará presidido por el presidente Kassym-Jomart Tokayev.
El foro se centrará en cuatro áreas principales: política exterior y seguridad internacional, desarrollo internacional y sostenibilidad, energía y cambio climático, y economía y finanzas.
«Afganistán es el vecino regional de Asia Central. Y esta interacción es de nuestro interés», declaró recientemente el viceministro kazajo de Asuntos Exteriores, Roman Vassilenko, en un encuentro con periodistas.
Vassilenko añadió que las relaciones entre Kazajstán y Afganistán se centran, en primer lugar, en proporcionar ayuda humanitaria a 40 millones de afganos, que se enfrentan a problemas de suministro alimentario.
«El segundo enfoque es el desarrollo del comercio y la cooperación económica. No es ningún secreto que Afganistán es el mayor comprador de trigo kazajo del mundo», afirmó.
Kazajistán es el sexto mayor proveedor de grano del mundo, comentó el viceministro, y el comercio kazajo con Afganistán pasó de 500 millones de dólares en 2022 a 1.000 millones en 2023.
Muchas naciones, incluida China, están invirtiendo en el desarrollo de los depósitos minerales de Afganistán, que el Banco Mundial estima en billones de dólares, dijo.
«Este es un país con una historia complicada, con un presente complicado, pero podemos decir que este país tiene un gran futuro«, añadió el viceministro.
EFE
Crédito foto de portada: Sputnik Kazajistán