
Dosquebradas, 6 de junio de 2025.
En una noche cargada de emociones, luces y memorias, el alcalde Roberto Jiménez Naranjo, no solo dio apertura a Eje Moda 2025. Tocó fibras. Y no cualquier fibra, sino esas que han tejido durante décadas la identidad de la Ciudad industrial: el alma textilera de un territorio que ha crecido entre telas, hilos y sueños convertidos en confección.

El escenario brilló, las pasarelas deslumbraron, pero bastó que Jiménez tomara la palabra para que el brillo diera paso a una emoción contenida. Con la voz entrecortada, evocó a su madre, Olivia Naranjo, una mujer que fue más que una trabajadora de Paños Omnes: «fue una maestra silenciosa de las labores invisibles. Enseñaba a quitarle el nudo al paño. Y con ese gesto cotidiano, enseñaba también a resolver la vida con paciencia, servicio, técnica y amor».
Dosquebradas, en sus 52 años de historia, ha dedicado al menos 50 de ellos a la industria textil. Desde la llegada de las primeras fábricas y grandes empresas de confección, la ciudad se convirtió en un recinto de empleo para miles de mujeres que hallaron entre agujas y máquinas una oportunidad para dignificar sus vidas. Esa transformación no sólo fue económica, también fue social y profundamente cultural.

Eje Moda, que este año celebra su edición número 26, ha sido durante décadas un homenaje vivo a esa historia. Una historia tejida por manos anónimas, barrios enteros y generaciones que encontraron en la confección el sustento para tejer la identidad. En 2025, el evento abraza el lema ‘Tocando fibras’, y en su apertura se honró justamente eso: las fibras del alma, las emociones profundas que conectan pasado y presente.
Fotos: Prensa Alcaldía de Dosquebradas