Las pequeñas y medianas empresas (pymes) en Colombia continúan siendo un motor crucial para la economía del país, representando más del 90% del tejido empresarial actual.
El Centro de Estudios Económicos (Anif), junto con el Banco de la República, Bancóldex, BID Invest y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), presentaron recientemente los resultados de la Encuesta MiPyme ANIF (EMP) correspondiente al período 2022-2023, ofreciendo una detallada caracterización del ecosistema empresarial.
El informe revela que más de la mitad de las pymes (54%) renovaron su Registro Mercantil, mientras que el 26.7% no lo tenía vigente. En cuanto al Registro Único Tributario (RUT), el 86.6% de los encuestados afirmó contar con este requisito.
Para el Número de Identificación Tributaria (NIT), aunque hubo una leve disminución en respuestas afirmativas, aún se observó que más del 90% de las empresas medianas en sectores como comercio, servicios y construcción contaban con este documento. En microempresas, el 70% disponía del NIT, y en pequeñas pymes, el dato ascendió al 80%.
La investigación destaca una tendencia creciente en la creación de empresas desde 1990, alcanzando su pico en 2020, año desde el cual ha caído drásticamente debido a la pandemia del Covid-19. La creación de microempresas y pequeñas empresas se ha concentrado en los últimos cinco años, mientras que las medianas muestran una mayor dispersión en cuanto al año de creación.
La razón más común para iniciar una empresa fue identificar una oportunidad de negocio en el mercado, especialmente en empresas medianas. En los sectores de servicios y construcción, una razón recurrente fue la posibilidad de ejercer una profesión, oficio o carrera.
El tejido empresarial colombiano se caracteriza por un alto porcentaje de firmas familiares, especialmente en la industria (54%) y el comercio (51%). La encuesta también abordó las fuentes de financiamiento al momento de iniciar una empresa, siendo los recursos propios la opción más común (42%), seguidos de préstamos bancarios (20%) y la ayuda de amigos o familiares (18%).
El crowdfunding y los inversores privados no son fuentes comunes entre las pymes colombianas; en el sector de construcción, solo el 4% las utilizó como principal fuente de financiación.
La modalidad de contratación más utilizada por las pymes en Colombia es el contrato laboral, tanto a término definido como indefinido. Le sigue el contrato de prestación de servicios, con una participación de alrededor del 30% en todos los tamaños y sectores.
