
Desde las montañas de Santuario hasta el escenario más importante del café en Latinoamérica, la historia de Blanca Nubia Garzón refleja el esfuerzo de miles de mujeres que transforman la caficultura risaraldense.
Bogotá, D. C., 27 de octubre de 2025.
Entre aromas dulces, notas achocolatadas y el murmullo de los visitantes, una mujer de mirada serena y sonrisa cálida ofrecía una taza de café con la firmeza de quien sabe que ese sorbo guarda años de lucha y esperanza.
Era Blanca Nubia Garzón, representante legal de la Asociación de Mujeres Campesinas y Caficultoras La Nueva Semilla, del corregimiento de Peralonso, Santuario, quien hoy escribe su propia página en la historia de la caficultura risaraldense.
“Para mí, estar aquí lo significa todo”, dice mientras acomoda cuidadosamente una bolsa con su marca. “Las mujeres no habíamos estado inmersas en la caficultura, y hoy pasamos de las labores del patio a tener empresas propias. Ha sido una lucha enorme, pero también un motivo inmenso de orgullo”.
DE RECOLECTORA A EMPRESARIA DEL CAFÉ

Blanca Nubia creció entre cafetales, siguiendo los pasos de su madre que le enseñó a cuidar el grano como si fuera parte de la familia.
“De niña corría entre los cafetales comiéndome los granos maduros. Con los años entendí que ese sabor era el comienzo de todo”, recuerda con ternura.
Hoy, más de cuatro décadas después, lidera una asociación conformada por mujeres que decidieron convertir su conocimiento en empresa. En el año 2019 fundaron La Nueva Semilla, una organización que ha logrado llevar su café especial con notas cítricas, almendradas y achocolatadas hasta mercados de Canadá y Francia.
“Gracias al apoyo de la Gobernación de Risaralda, el Comité de Cafeteros y la Federación, aprendimos a valorar nuestro producto, a entender a qué sabe nuestro café y a transformarlo en una oportunidad de vida”, afirma.
UN ESFUERZO QUE TIENE EL RESPALDO DE TODO UN TERRITORIO
La presencia de Blanca Nubia en Cafés de Colombia Expo 2025 no es un hecho aislado, sino el reflejo del compromiso del gobernador Juan Diego Patiño Ochoa, quien ha hecho de la caficultura un eje estratégico del desarrollo rural.
A través del Sistema General de Regalías, su administración adelanta una inversión superior a $9.500 millones para fortalecer la cadena de valor del café especial y diferenciado en Risaralda.
“Estos recursos permitirán dotar con maquinaria y tecnología a 16 organizaciones campesinas, fortaleciendo 12 laboratorios de calidad, centros de tostión y trilla, beneficiando a más de 1.900 familias caficultoras”, explicó Luis Duque, director técnico de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario.
Además, la estrategia impulsa la transferencia de conocimiento con expertos catadores, maestros tostadores y agrónomos especializados, profesionalizando a los productores para abrir paso a una caficultura moderna, innovadora y sostenible.
UN AROMA QUE UNE A TODO RISARALDA

En el stand 1120 de Corferias, más de 80 marcas y asociaciones risaraldenses participaron de la feria, mostrando la fuerza del trabajo articulado entre la Federación Nacional de Cafeteros, la Cooperativa Departamental, el programa Hecho en Risaralda y la estrategia Risaralda Diversidad de Perfiles, que promueven la identidad y el valor agregado del café risaraldense en los mercados internacionales.
“Detrás de cada taza hay inversión, conocimiento y el esfuerzo de todo un territorio”, puntualizó Duque, mientras en el estand se oían historias inspiradoras, cataciones y compradores nacionales e internacionales interesados en el café risaraldense.
Blanca Nubia, con su delantal bordado y su orgullo intacto, despide a los visitantes con un mensaje que resume el espíritu de todo Risaralda:
“Gracias al gobernador Juan Diego Patiño, al Comité y a la Federación, hoy las mujeres cafeteras somos visibles. Este café que servimos no solo es nuestro producto, es nuestro sueño hecho realidad.”
Fotos: Prensa Gobernación de Risaralda















