
Bogotá, 7 de junio de 2025.
En el marco de la Iniciativa de Diplomacia Cultural y Deportiva de la Cancillería, once niños de Aguachica, Cesar, tuvieron la posibilidad de embarcarse en un sueño que los llevó al otro lado del mundo, a Estambul, Turquía, en donde no solo los esperaron entrenamientos deportivos junto a grandes figuras del fútbol colombiano que destacan en el exterior, sino que también, los impulsaría a adentrarse a una cultura tan antigua, como el mismo inicio de la historia. Esta experiencia no solo les abrió las puertas del deporte internacional, sino que también les sembró la semilla del asombro, del respeto por lo diverso y del deseo de soñar en grande, más allá de cualquier frontera.

Con maletas cargadas de ilusiones, llegaron a Bogotá el domingo 25 de mayo, con un clima que, a primera impresión, contrastaba con los 28 grados centígrados habituales de su municipio. Arrancaron la semana ultimando detalles propios del viaje, como la expedición de los pasaportes que se convertirían en su puente a estas nuevas experiencias, mientras, a la par, recibían consejos de la canciller Laura Sarabia, quien los motivó no solo a atesorar cada momento, sino también a disfrutar de la gastronomía y aprender cada detalle de esta nueva cultura. Ya con todo en las manos, emprendieron un vuelo de 14 horas, con alegrías contenidas, por todo lo que estaban a punto de vivir.
Durante su estancia en Turquía, los once jóvenes participaron en una clínica deportiva con las fuerzas juveniles del Club Galatasaray, el más grande del fútbol turco, donde alguna vez entrenaron Falcao García y Farid Mondragón, y donde hoy brillan Catalina Usme, Dávinson Sánchez y Carlos Cuesta. Bajo la orientación del exfutbolista turco Orhan Atik, los niños aprendieron mucho más que técnica: aprendieron disciplina, respeto, trabajo en equipo y confianza en sí mismos. Pero el fútbol fue solo una parte de la historia.

Los jóvenes también recorrieron lugares emblemáticos de Estambul: la imponente Mezquita Azul, la majestuosa Santa Sofía, los antiguos palacios de Topkapi y Dolmabahce. Escucharon otras lenguas, probaron nuevos sabores, aprendieron saludos distintos y comprendieron que el mundo es más grande —y también más cercano— de lo que parecía desde casa.
Uno de los momentos más memorables fue el encuentro con Dávinson Sánchez y Carlos Cuesta –sus ídolos–, quienes no solo los recibieron, sino que los invitaron a vivir una celebración que quedará grabada en sus memorias para siempre: la consagración del Galatasaray como campeón de la Liga y la Copa de Turquía. Esa noche, los once niños colombianos bajaron a la gramilla del estadio Rams Park para alzar los trofeos junto a los jugadores, entre porras, aplausos y banderas. Hubo lágrimas, pero todas de alegría, porque ante sus ojos no solo brillaba la copa y las condecoraciones, sino también la certeza de que los sueños, por lejanos que parezcan, sí se pueden alcanzar.
“Queremos dejar el nombre de Colombia en alto, porque si nos eligieron a nosotros es porque tenemos mucho para dar”, dijo Ángel David Osorio, uno de los jóvenes seleccionados, resumiendo el sentimiento de todo el grupo.
La experiencia también tuvo un componente diplomático. El grupo fue acogido por el embajador de Colombia en Turquía, Julio Aníbal Riaño, quien lideró la agenda en Estambul en la que también participaron representantes del club y autoridades locales. El intercambio sirvió para fortalecer los lazos entre Colombia y Turquía, países estratégicamente asociados, y para explorar oportunidades de cooperación con el municipio de Aguachica.

La experiencia culminó con el último entrenamiento en las instalaciones del Galatasaray, en el que los jóvenes se integraron con sus homólogos turcos. Pero el verdadero viaje apenas comienza, porque regresaron a sus casas con la certeza de que el mundo está lleno de caminos posibles, y que desde sus comunidades también pueden construir futuro, identidad y paz.
Catalina Ceballos, directora de Asuntos Culturales de la Cancillería, destacó el alcance de la experiencia: “Estos niños representan a la juventud colombiana de los territorios. Y si bien el fútbol es la razón por la que viajan, lo hacen también con el propósito de estrechar lazos de amistad y entendimiento con Turquía.”
Camilo Vizcaya, coordinador del Grupo de Intercambios en Diplomacia Cultural y Deportiva, y quién además fue el tutor de los 11 niños en esta travesía, recuerda que, aunque se han realizado 3 intercambios con Turquía, este es el primero con este país en los últimos ocho años. Y, para 2025, no es el único proceso que se adelanta:
‘’Desde 2011, se han llevado a cabo 182 intercambios internacionales —128 deportivos y 54 culturales— en 60 países, impactando de manera directa a 2.165 jóvenes y a 363 profesores y entrenadores de 108 municipios en 24 departamentos de Colombia. En 2025, el programa continuará su labor con la realización de 12 nuevos intercambios, divididos equitativamente entre lo deportivo y lo cultural, que tendrán como destino países como Polonia, Kenia, El Salvador, Canadá, Sudáfrica, República Dominicana, Chile, Corea del Sur, República Checa, Italia y Qatar.’’

Estas experiencias beneficiarán a cerca de 105 jóvenes y 12 profesores provenientes de 11 municipios de 7 departamentos: Tumaco y Ricaurte (Nariño); Manaure y Uribia (La Guajira); Mocoa y Puerto Asís (Putumayo); Aguachica y Codazzi (Cesar); San Andrés (Archipiélago); Saravena (Arauca) y Nuquí (Chocó), consolidando así una oportunidad invaluable de aprendizaje, intercambio y crecimiento para comunidades históricamente apartadas del escenario internacional.
M.R.E