
Bogotá, 24 de abril de 2025
En la presentación del Informe Trimestral del Secretario General al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre la Misión de Verificación, los países miembros del Consejo reiteraron, de forma unánime, su respaldo a la implementación del Acuerdo Final de Paz de 2016.
De igual manera, fueron destacados los avances significativos logrados bajo la administración del presidente Gustavo Petro.
El representante Especial del Secretario General de la ONU y Jefe de la Misión de Verificación, Carlos Ruiz Massieu, reconoció los esfuerzos del Gobierno colombiano en la ejecución del Acuerdo, pese a los desafíos que enfrenta el país.
Además, subrayó que, desde la firma del pacto, Colombia ha experimentado transformaciones notables en contraste con los años en los que la violencia alcanzó niveles alarmantes.
En su discurso, Ruiz celebró la priorización del Gobierno de la Reforma Agraria, un pilar fundamental del Acuerdo, con avances en la adjudicación y formalización de tierras que son esenciales para promover el desarrollo rural.
Asimismo, resaltó el programa de sustitución de cultivos, especialmente en regiones afectadas como el Catatumbo, lo que refleja el compromiso de la administración de brindar alternativas viables a los agricultores que han optado por erradicar la coca de manera voluntaria.
Sin embargo, el representante de la ONU advirtió sobre la necesidad de un seguimiento efectivo para garantizar el éxito de estas iniciativas.
Otro aspecto crucial señalado por Ruiz Massieu fue la implementación de políticas destinadas al desmantelamiento de grupos armados ilegales y organizaciones criminales.
Aunque estas políticas han tenido un inicio tardío, el Gobierno ha manifestado su determinación para fortalecer la seguridad en áreas vulnerables mediante las disposiciones de seguridad incluidas en el Acuerdo. Esta complementación entre políticas de paz y seguridad es vista como esencial para abordar la violencia y la inestabilidad que sufren muchas comunidades.
Ruiz Massieu también subrayó la importancia del diálogo continuo con aquellos actores comprometidos con la paz, instando al Gobierno a priorizar estos procesos que puedan ofrecer beneficios tangibles a las comunidades directamente afectadas por el conflicto. A pesar de los retrocesos, el Representante Especial reconoció la resiliencia de Colombia en su búsqueda de soluciones negociadas y el apoyo constante de la comunidad internacional.
Finalmente, en un llamado a la unidad y la cooperación, Ruiz Massieu expresó su confianza en que, con un esfuerzo colectivo, se puede utilizar el Acuerdo como una herramienta efectiva para superar las presentes dificultades y prevenir futuros ciclos de conflicto en el país.
Su conclusión fue clara: el camino hacia la consolidación de la paz en Colombia requiere un compromiso renovado y sostenido por parte de todos los actores involucrados.