En un reciente conversatorio con rectores de la ciudad, la Secretaría de Educación, a través de la dirección de Cobertura y delegados del Ministerio de Educación, abordó los principales desafíos que enfrentan las instituciones educativas al adoptar un modelo educativo flexible. Este modelo busca facilitar la transición desde estrategias de atención convencionales hacia una educación adaptada a las necesidades particulares de los estudiantes.
El secretario de Educación subrayó que estas reuniones son cruciales para mejorar el sistema educativo, ya que la educación es fundamental para mejorar los indicadores de bienestar social y competitividad. El objetivo es reducir las barreras existentes y garantizar la permanencia escolar mediante el uso de modelos educativos flexibles.
Luis Eduardo Acuña, delegado del Ministerio de Educación de la Subdirección de Permanencia, presentó las apuestas nacionales para los modelos educativos flexibles y la educación para adultos. Estos modelos se caracterizan por su flexibilidad curricular, adaptada a las particularidades de las poblaciones a las que están dirigidos. Son especialmente útiles para poblaciones en riesgo de abandonar el sistema educativo o que ya están fuera de él, con ejemplos exitosos en ciudades como Pereira.
La importancia de las jornadas de asistencia integral promovidas por el Ministerio de Educación fue destacada por el rector de la Institución Educativa Deogracias Cardona. Estos programas, implementados en Pereira, están ganando reconocimiento a nivel nacional y cuentan con el apoyo significativo de la alcaldía y la Secretaría de Educación. Se ha logrado un avance notable en la educación de estudiantes con edades fuera del rango convencional, fortaleciendo sus habilidades y facilitando su progreso académico.
En el conversatorio, también se destacó el modelo flexible aplicado en la Institución Educativa Manos Unidas y en la Institución Educativa Leningrado. En la Institución Educativa Manos Unidas, el programa «Primero Extraedad» ha tenido un impacto positivo, permitiendo a estudiantes de 15 años que aún no sabían leer o escribir avanzar significativamente en sus estudios. Este modelo flexible ha recibido reconocimiento y ha generado una satisfacción considerable entre docentes y padres de familia.