El camino que llevó a Risaralda a marcar historia en la 78.ª Feria Nacional Cebú

El legado de esta edición va más allá de las cifras. Representa la unión gremial, la educación rural, el fortalecimiento económico y la proyección internacional de Risaralda. Y asegura con orgullo que la feria no solo rompió récords: le mostró al mundo de qué está hecho el departamento.

Pereira 17 de noviembre 2025. Traer la 78.ª

Feria Nacional Cebú a Pereira fue un reto que el gobernador Juan Diego Patiño Ochoa asumió con convicción. El mandatario destaca que siempre tuvo la certeza de que podía convertirse en un evento histórico para Risaralda, y hoy lo reafirma: del 5 al 16 de noviembre de 2025, el Coliseo de Ferias Salomón Armel se convirtió en el corazón ganadero, agroindustrial, cultural y turístico del país.

Todo empezó recorriendo Colombia. El gobernador recuerda que visitó ganaderías desde el norte hasta el sur, presentando el potencial del departamento y la capacidad del coliseo. Cada viaje, afirma, le confirmó que Risaralda estaba lista para ser sede de un evento de talla nacional y global.

Gobernador Juan Diego Patiño Ochoa

Ese sueño se fortaleció con la alianza entre Asocebú, su Comercializadora, la Gobernación de Risaralda y la Federación Nacional de Departamentos. Según Patiño Ochoa, esta unión permitió estructurar una propuesta sólida, capaz de unir ganadería, turismo y desarrollo económico.

En Bogotá, el gobernador expuso ante la Junta Directiva de Asocebú la ventaja estratégica del territorio. Les habló del Aeropuerto Internacional Matecaña, de la capacidad hotelera y del cruce de caminos que representa Risaralda. El mandatario señala que Pereira tenía todo para recibir miles de visitantes.

Luego viajó a Brasil, a Expozebu en Uberaba. Allí invitó personalmente a criadores de las razas cebuinas más importantes del mundo. Les presentó la visión del departamento y la proyección internacional que se estaba construyendo. Y el gobernador resalta que ese esfuerzo funcionó: los extranjeros respondieron y llegaron a Risaralda.

BALANCE SATISFACTORIO

El Salón Internacional se llenó de visitantes de diferentes países. El mandatario cuenta que ellos conocieron la cultura cafetera, la identidad del departamento y la oferta turística. Cada conversación, agrega, abría puertas para el futuro.

La feria también fue una vitrina agroindustrial que mostró el valor agregado del campo risaraldense. El gobernador destaca que productores de la marca región “Hecho en Risaralda” exhibieron cafés de origen, productos derivados del cacao, el plátano y el café, junto a innovaciones rurales. Para él, esto demostró que el territorio avanza hacia una economía agroindustrial más fuerte y sostenible.

En el componente cultural, el mandatario afirma que se quiso rendir un homenaje a las raíces del departamento. Se presentó una puesta en escena inspirada en las fondas tradicionales. La música popular, la danza, la rumba campesina y la llegada de la Recua de Mulas llenaron el coliseo de identidad y memoria. Cada presentación, subraya Patiño Ochoa, recordó por qué Risaralda es parte del Paisaje Cultural Cafetero.

El turismo también fue protagonista. Aunque Risaralda ocupa solo el 0,36% del territorio nacional, cuenta con más de 23 áreas protegidas y cerca de 900 especies de aves. El gobernador señala que por eso se promovieron experiencias como los Termales de Santa Rosa, la Cascada Los Frailes, las fincas rurales sostenibles y las rutas del café. La intención, dice, era que los visitantes descubrieran la riqueza natural del departamento.

LAS CIFRAS LO DICEN TODO

Se recibieron más de 2.000 ejemplares y 400 ganaderías participantes. La asistencia superó las 15.000 personas. Se proyectaron más de 6.000 millones de pesos en negocios: remates especializados superiores a 4.000 millones y transacciones independientes cercanas a 2.000 millones. La feria generó 3.000 empleos directos e indirectos. El gobernador resalta estos resultados como muestra del impacto económico real que dejó el evento en Risaralda.

Estas cifras, afirma, consolidan la feria como una de las plataformas más importantes para el intercambio comercial, técnico y genético del país. También demostraron el impacto en la región: ocupación hotelera casi total, fortalecimiento del transporte, impulso a la gastronomía y dinamización del turismo rural y el agroturismo.

Además, esta edición resaltó el componente social y educativo de Asocebú. Programas como Echando Raíces acercaron a niños y jóvenes a la ganadería. Y Fuerza Cebuista siguió promoviendo liderazgo juvenil y formación rural. El gobernador destaca que estos programas representan el futuro de la tradición ganadera del país.

En medio de todo esto, uno de los mayores orgullos para Patiño Ochoa fue ver a más de 30 pequeños productores de Mistrató participando activamente. Ellos aprendieron sobre genética, biotecnología y nuevas tecnologías que fortalecerán sus territorios. Para el gobernador, eso es invertir en el campo: abrir oportunidades reales y mejorar la rentabilidad rural.

Hoy, el mandatario sostiene que esta feria impulsó la economía regional, atrajo turistas nacionales e internacionales y convirtió a Risaralda en un epicentro del turismo agropecuario. Fue un punto de encuentro entre ganaderos, empresarios, instituciones y familias rurales.

Fotos: Prensa Gobernación de Risaralda



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