
La Semana Santa de la localidad malagueña de Campillos, que aspira a obtener la distinción de Fiesta de Interés Turístico Nacional, aunque ya se le reconoce así en Andalucía, conserva entre sus diversas singularidades la de una figura que data del siglo XVII: los consiliarios.
De esa antigüedad atesoran incluso algunos fajines, que son la pieza clave de la vestidura de este personaje que cumple una función auxiliar de colaborar en organizar la procesión de las cofradías, con los capataces en la marcha de los tronos y en el orden de las filas de los hermanos o portando enseres durante el recorrido.
Algunos llevan en el puesto hasta cuarenta años, perduran en la hermandad aunque vayan cambiando los hermanos mayores y las juntas de gobierno y vienen a ser un poco como su ‘consejo de sabios’. Y es que entre las muchas particularidades está que son consiliarios toda su vida.
Trajes estilo goyesco con fajín bordado
Sus curiosos trajes, reproducción de los originales, son de corte antiguo, de estilo goyesco y confeccionados en terciopelo: una especie de capillo que cae sobre la cabeza; una chaqueta; un fajín muy ancho con un bordado muy rico, normalmente en oro, donde destaca el escudo de la hermandad de la cofradía; pantalones ceñidos que cubren hasta media altura y unos zapatos con hebillones grandes.
Uno de estos consiliarios, que lleva 27 años desempeñando tal función en la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de la Misericordia y María Santísima de las Lágrimas, es José Miguel Carbonero, que así lo ha detallado a EFE y ha precisado que su indumentaria, compuesta hace casi 30 años, costó «unas 300.000 pesetas» (1.800 euros)
«El fajín es la pieza más valiosa, prácticamente un tesoro«, ha destacado, además de asegurar que los antiguos están expuestos en sus museos.
Fiesta de Interés Turístico
Este buen conocedor de la Semana Santa de Campillos, cuyo Ayuntamiento gestiona que el Ministerio de Industria y Turismo la distinga como Fiesta de Interés Turístico Nacional, ha explicado que la Hermandad del Santo Entierro de Cristo ya tenía consiliario en 1675, según atestiguan sus actas. Hace 350 años.
Los propios consiliarios eligen o no a quien puede sumarse a desempeñar estas tareas y la hermandad con más tradición en esto es la del Santo Entierro, donde deliberan propuestas de nuevas incorporaciones, votan y deben aceptar al nuevo integrante por unanimidad.
El cuerpo de consiliarios suele tener trece componentes y disponen de ellos cuatro de las cinco cofradías locales, todas salvo la Pollinica (Jesús Nazareno; Santo Entierro y María Santísima de las Angustias; Santísimo Cristo de la Vera+Cruz y María Santísima de los Dolores y Dulce Nombre de Jesús y María Santísima del Socorro).
Sus trajes son en cada caso del color representativo de la hermandad: en la del Nazareno, de color tinto; en Santo Entierro van de negro; Vera+Cruz, de verde, y los de Dulce Nombre, de rojo.
Aunque se ven en la procesión niños vestidos como los consiliarios, no son titulares de ese puesto, acuden acompañando porque esta figura corresponde siempre a adultos, entre los que también hay mujeres que desempeñan esta función. El manijero es el coordinador del grupo de consiliarios.
3.000 cofrades entre 8.500 habitantes en Campillos
Más de 3.000 cofrades salen en procesión entre el Domingo de Ramos y el de Resurrección en esta población con 8.500 habitantes, un importante número de personas participantes o colaboradoras de un modo u otro en su Semana Santa que supone una proporción más elevada de lo común, resalta Carbonero.
Otra de las curiosidades de esta tradición religiosa de la localidad es «la pedida de tazas»: antes de Semana Santa cada hermandad dispone de un día en el que pedir por las calles «limosna» para los gastos procesionales, lo hacen con tazas de plata que datan de los siglos XVIII o XIX y la recaudación se suma a las cuotas que abonan los hermanos de las cofradías.
Varios hermanos «pedidores» vestidos de traje piden con las tazas y expresan una determinada frase. «‘Nuestro Padre Jesús Nazareno, haga bien quien pudiere’ o ‘Lágrimas de María Santísima, haga bien quien pudiere’ es la voz que dan para pedirte que des limosna a las tazas», relata este veterano consiliario respecto al caso de su hermandad.
Limosnas en «la pedida de las tazas»
La recaudación de las tazas supone cantidades «muy considerables», aunque se reserva desvelar la proporción que supone en los ingresos de las hermandades.
Declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía en 2001, la Semana Santa de Campillos data del siglo XVI, las procesiones incluyen once tronos y cuenta con cuatro bandas de música que también interpretan sus sones fuera del municipio.
Durante estos días el corazón de la localidad se adorna, a iniciativa del Consistorio, con banderolas con el color y escudo de las diferentes hermandades para una celebración que se distingue por elementos singulares que la hacen diferente.
También tiene ‘los acompañamientos’, desfiles de todo el cortejo procesional previos a la salida de los tronos y con nazarenos, mantillas y bandas.
Dada su importancia, la localidad cuenta con un Museo de la Semana Santa para la conservación y difusión de este patrimonio, espacio impulsado por el Ayuntamiento en colaboración con la Agrupación de Hermandades y Cofradías y ubicado en el Centro de Interpretación de la Reserva Natural Lagunas de Campillos.
Con Información de la AGENCIA EFE