Foto: X /Grupo Aval @grupoaval
La etapa empresarial de Luis Carlos Sarmiento Angulo llega a su fin a los 91 años.
Este destacado empresario ha dejado una huella imborrable tanto en el ámbito financiero como en el de la filantropía. Tras años de meticulosa planificación sobre la sucesión de sus múltiples proyectos, ha anunciado su retirada.
El miércoles 20 de marzo, quien fuera el hombre más acaudalado de Colombia durante un extenso periodo, ha dado un paso atrás. Luis Carlos Sarmiento Angulo, cuya fortuna está valorada en aproximadamente US$7.200 millones según Forbes, ha dejado su puesto en la Junta Directiva de Grupo Aval, después de una larga trayectoria al frente de la misma. Esta decisión forma parte de un plan de jubilación que el magnate ha estado gestando durante años.
El magnate de 91 años ha transferido la responsabilidad a su hijo, quien asumirá su posición. Durante la Asamblea General de Accionistas, se presentó una lista de nueve candidatos para ocupar el cargo vacante, entre los cuales se destacó la inclusión de Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, y dicha lista fue ratificada y aprobada por los accionistas.
Durante décadas, el magnate lideró el grupo empresarial que engloba al Banco de Bogotá, Banco de Occidente, AV Villas, Banco Popular, el fondo de pensiones Porvenir, Corficolombiana y la plataforma digital dale!, además de supervisar otras inversiones pertenecientes a la Organización Sarmiento Angulo, como Seguros Alfa, El Tiempo y Construcciones Planificadas.
El empresario llevó a cabo una de las acciones filantrópicas más significativas en la historia reciente de Colombia: la creación del Centro de Tratamiento e Investigación del Cáncer (CTIC), inaugurado en 2022, con una inversión de $1,4 billones. Además, Sarmiento Angulo realizó múltiples contribuciones en ámbitos como la educación, la salud y la asistencia en situaciones de emergencia.
Toda una vida de trabajo y esfuerzo
A pesar de figurar en la lista de millonarios de Forbes, Sarmiento Angulo proviene de una familia de clase media. Su primera empresa la estableció en una modesta oficina junto con tres colaboradores, y su crecimiento fue resultado de un arduo trabajo y un enfoque orgánico.
Hasta el día de su jubilación, mucho después de la edad promedio de retiro en Colombia, este empresario se mantuvo laborando de lunes a viernes, desde las 8:30 a.m. hasta las 7:00 p.m., en su despacho, vistiendo traje y ocupándose de numerosas responsabilidades.
Una vida dedicada al trabajo le permitió desarrollar habilidades excepcionales. A los 90 años, fue galardonado con el Premio a la Excelencia Empresarial Forbes. Durante la ceremonia, aceptó el premio, posó para las fotografías y ofreció un discurso inspirador, sin titubeos y consultando sus notas de apoyo de manera ocasional.