Hombre fuerte y luchador: así es César Moreno, el lotero de la suerte en la Gobernación

Un hombre fuerte y luchador, así es don César, el lotero que se ubica en La Gobernación de Risaralda, hoy enfrenta una situación delicada de salud, pese a eso, siempre le cumple la cita a sus clientes para llevarles la suerte con la Lotería del Risaralda

Pereira, Risaralda, 20 de septiembre de 2025.

La vida muchas veces trae pruebas inesperadas, pero definitivamente la actitud con la que se enfrentan cambia todo el panorama.

César Augusto Moreno, un hombre de 66 años de edad, lotero por tradición desde hace 23 años, cuenta que ya estaba ‘programado’ para vender Lotería porque su abuelito era vendedor de lotería y él decidió seguirle los pasos.

Comenzó vendiendo Lotería del Risaralda; empezó a vender justo el día viernes, seguramente tenía muchas expectativas por ser el día del sorteo, pero ese día, también hubo una prueba

“Llevaba como dos horas y no había vendido nada, ya iba a tirar la toalla, pero cuando menos pensé – eso tiene unos horarios que se disparan las ventas – comencé a vender y me gustó mucho y seguí vendiendo lotería hasta el día de hoy, he sido muy exitoso y me ha ido muy bien gracias a Dios”

Don César es un hombre de pocas palabras, tal vez por la realidad que hoy vive en cuanto a los quebrantos de salud, pero por pocas que sean, en sus palabras vemos la fuerza de un hombre agradecido por la vida, agradecido con la Lotería y con cada uno de sus clientes.

SU LUGAR DE TRABAJO

“Yo hacía recorridos por la octava y la séptima, donde se encuentra uno a todo el mundo y la gente me colaboraba”. Su trabajo itinerante hace más valiosa su labor; caminar muchas veces ante el inclemente clima, el cansancio, las difíciles condiciones de la calle, y aún a pesar de todo, los loteros día a día buscan su sustento y con su esfuerzo y ventas generan recursos importantes que se transfieren a la salud.

Ahora cambió su lugar de trabajo, y es que todo en la vida cambia; don César llega hasta las instalaciones de la Gobernación de Risaralda buscando nuevos clientes y llevando la suerte a esos colaboradores del departamento, clientes ya fidelizados.

“Primero me tocaba en todos los pisos, pero como tuve un problema de artrosis me operaron la rodilla izquierda, entonces ya no visito todas las dependencias, sino que me quedo en el primer piso, ya me conoce todo el mundo, ya llevo tres periodos acá”

Y es que César es un hombre noble y agradecido, al preguntarle por sus mejores clientes dice: “todos, todos son muy queridos, muy buenos compradores, me quieren mucho y yo también los quiero mucho”.

Don César espera llevar la suerte a sus clientes, en este tiempo como lotero no ha vendido el premio mayor, pero sí ha vendido muchos secos: “he vendido como 6 premios mayores, pero sin seco”.

LA VALÍA DE LA FAMILIA EN MEDIO DE LAS PRUEBAS

César perdió a su madre en el año 2018; estaba dedicado a ella, entonces desde su partida se acompaña con su hermano que hoy en día cumple una labor maravillosa y es ayudar a César a llegar a su lugar de trabajo para vender la Lotería del Risaralda.

“Gracias a Dios por él, somos uña y mugre, él me dice que él es Tola y yo soy Maruja” y esa es la actitud para encarar la vida con pruebas y todo, porque don César le ríe a la vida y en medio de todo saca un chiste para seguir adelante.

Hoy la movilidad de este valiente lotero es reducida, necesita la ayuda de su hermano quien pacientemente lo carga, lo sienta, se ocupa de poner una botellita de agua, lo abraza y lo deja allí sentado en el primer piso de la Gobernación con toda la billetería lista para la venta.

César hoy está enfrentando la enfermedad de Parkinson y aunque no es fácil porque como él mismo dice “es una enfermedad que deteriora, pero ahí está Dios que con Él todo se puede, Dios sabe cómo hace sus cosas y hay que seguir adelante”.

El principal reto es seguir trabajando; don César tiene que hacerlo para conseguir su sustento, y sí, hay que seguir adelante. “Hay que ser constante, si uno deja de venir pierde la clientela, lo van olvidando a uno y así esté enfermo me gusta venir a trabajar”.

LA LOTERÍA DEL RISARALDA

Para don César es un orgullo vender la Lotería de los risaraldenses, le gusta porque es una Lotería seria, que sí cae y entrega los premios.

Además, es una Lotería donde ha encontrado una mano amiga, recuerda su más reciente cirugía y cuenta que lo apoyaron bastante: “me dieron muletas, estaban pendientes de mí, me dieron caminador, muletas y bastón”.

Y en esta oportunidad también estará presente la Lotería del Risaralda para brindarle una mano amiga, el reconocimiento a un hombre luchador y valiente, que a pesar de las adversidades, sigue firme en el camino de la vida.

Fotos: Prensa Gobernación de Risaralda



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