
Más de 8 mil millones de pesos, 1.000 niños y una meta clara: que la educación sea un derecho incluyente, no un privilegio. Así lo demuestra la gestión del gobernador Juan Diego Patiño Ochoa, quien ha hecho de la equidad educativa el corazón de su gobierno.
Pereira, Risaralda 14 de octubre de 2025.
Por las aulas de Risaralda hoy transita una revolución silenciosa. No lleva pancartas ni discursos encendidos, sino tablets, software especializado y la sonrisa de niños que, pese a las limitaciones físicas o cognitivas, descubren que también pueden aprender, crear y soñar.
Detrás de esa transformación está Juan Diego Patiño Ochoa, un gobernador que habla de educación con el tono de un maestro y la emoción de un padre.
“Más de 8 mil millones de pesos del Sistema General de Regalías se están invirtiendo en dotaciones tecnológicas para diez municipios del departamento”, explica Patiño, convencido de que la verdadera equidad no se decreta, se construye.

El proyecto dota a instituciones de primaria y secundaria con tablets, software y herramientas adaptadas para estudiantes con discapacidad, permitiendo que más de mil niños y niñas se integren plenamente al aula.
“Queremos cerrar brechas, no abrirlas”, dice el mandatario. “Cuando uno ve a un niño con discapacidad usando una herramienta que le permite aprender, comunicarse o expresarse, entiende que la educación es el camino más poderoso hacia la dignidad”.
El programa hace parte de la política “Risaralda Equitativa e Incluyente”, lema que Patiño ha convertido en propósito de gobierno. Su apuesta no solo se centra en los 12 municipios no certificados, sino también en instituciones educativas de Pereira, donde la administración ha entregado equipos y ha capacitado a docentes para fortalecer los procesos de inclusión educativa.
Para muchos rectores, estas ayudas son inéditas. “Hace años no llegaban recursos de esta magnitud”, reconocen. Y Patiño, al escuchar sus palabras, no oculta la emoción:
“Como papá, uno siente orgullo; como gobernador, siente deber cumplido. Que los recursos del departamento se inviertan en nuestros niños es lo que realmente tiene sentido”.
RISARALDA PROFESIONAL

Pero la visión del gobernador no se detiene en la educación básica. Su programa “Risaralda Profesional” busca que los jóvenes continúen su formación superior. Más de 600 bachilleres se benefician hoy con becas completas para carreras técnicas, tecnológicas y profesionales, muchas de ellas en universidades privadas, gracias a alianzas estratégicas.
El programa cubre matrícula y semestres para estudiantes rurales que, de otro modo, no podrían acceder a la universidad. “Sabemos que el Gobierno Nacional tiene educación gratuita, pero nosotros ampliamos la baraja con el sector privado”, explica. “Queremos que ningún joven se quede atrás por falta de recursos”.
Además, impulsa una educación con pertinencia territorial, articulando esfuerzos con la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP) y la Universidad de Santa Rosa de Cabal (UNISAR) para ofrecer programas que respondan a las realidades rurales y agroindustriales del departamento.
“Si un joven de Santuario o Quinchía estudia una carrera que pueda aplicar en su territorio, lograremos desarrollo con sentido y arraigo”, afirma Patiño.
Por eso, este año la Gobernación entregará 50 becas a los mejores resultados de las Pruebas Saber 11, una oportunidad para que los más destacados cursen estudios en la UNISAR, a la que el mandatario se refiere como “la universidad del campo”.
BILINGÜISMO

El compromiso del gobernador también abarca el bilingüismo. En alianza con la Alianza Francesa y la Secretaría de Educación Departamental, más de 300 jóvenes adelantan formación en francés. No se trata de un simple complemento académico, sino de una estrategia para fortalecer el turismo y el empleo.
“Risaralda es un territorio turístico, de naturaleza y café. Muchos visitantes provienen de países francófonos, y queremos que nuestros jóvenes puedan atenderlos, trabajar en el sector turístico y generar empleo desde sus municipios”, asegura.
Cada cifra, cada proyecto, cada historia que narra Juan Diego Patiño Ochoa está atravesada por un mismo principio: educar es incluir.
En su gestión, la equidad dejó de ser una promesa electoral para convertirse en una práctica cotidiana, visible en las escuelas, los salones digitales y las sonrisas de los niños que hoy sienten que el futuro también les pertenece.
Mientras se despide con la sonrisa autentica que lo caracteriza, el gobernador deja una frase que resume su filosofía:
“La mejor inversión que puede hacer un gobierno es en la educación de su gente. Lo demás llega por añadidura”.
En Risaralda, esa inversión ya comenzó a transformar vidas.
Fotos: Prensa Gobernación de Risaralda