La investigadora Sasha Luccioni, reconocida por su trabajo en el campo de la inteligencia artificial (IA), lanzó una advertencia sobre el impacto medioambiental de la IA generativa, una tecnología que consume hasta “30 veces más energía” que los motores de búsqueda convencionales.
En la conferencia ALL IN de Montreal, dedicada a la inteligencia artificial, Luccioni expresó que esta preocupada por el creciente uso de esta tecnología, especialmente para búsquedas en Internet, y su contribución al cambio climático.
¿Cómo la inteligencia artificial generativa está acelerando la crisis climática?
La IA generativa, que crea texto, imágenes y otros tipos de contenido, requiere enormes cantidades de potencia de cálculo.
A diferencia de los motores de búsqueda tradicionales que recuperan información existente, los modelos de IA generan nueva información, lo que demanda más energía y recursos.
Según Luccioni, este proceso es un factor clave en el aumento del consumo energético, que está contribuyendo al empeoramiento de la crisis climática.
¿Por qué la IA generativa consume más energía que los motores de búsqueda tradicionales?
Luccioni explicó que la IA generativa utiliza complejos modelos lingüísticos que deben entrenarse con miles de millones de datos, lo que requiere una infraestructura de servidores extremadamente potente.
Además, el proceso de responder a las peticiones de los usuarios, como generar una imagen o un texto, es mucho más exigente en términos de energía en comparación con un motor de búsqueda que simplemente extrae datos.
¿Cuáles son las preocupaciones de Sasha Luccioni sobre el impacto medioambiental de la IA?
La investigadora canadiense ha estado trabajando durante años para cuantificar las emisiones de carbono de tecnologías como ChatGPT o Midjourney.
Sus estudios revelan que el uso masivo de la IA generativa, especialmente para tareas como la búsqueda en Internet, tiene un impacto ambiental significativo.
De acuerdo con la Agencia Internacional de la Energía (AIE), los centros de datos que sostienen la IA y las criptomonedas consumieron cerca de 460 TWh de electricidad en 2022, representando el 2 % de la producción energética global.
¿Qué revela el estudio de Luccioni sobre el consumo energético de la IA generativa?
En su último estudio, Luccioni demostró que producir una imagen de alta definición con IA consume tanta energía como recargar completamente la batería de un teléfono móvil.
Este hallazgo resalta la necesidad de ser más conscientes del uso que hacemos de estas tecnologías, ya que su integración en diversos formatos, como dispositivos conectados o búsquedas online, está creciendo rápidamente.
¿Cómo pueden las empresas y usuarios reducir el impacto ambiental de la inteligencia artificial?
Luccioni aboga por la “sobriedad energética”, una práctica que implica utilizar las herramientas adecuadas de IA de manera responsable para minimizar su impacto medioambiental.
La idea no es rechazar la IA generativa, sino emplearla de forma eficiente y evitar su uso innecesario en tareas que podrían resolverse con menos recursos.
¿Qué soluciones propone la experta para mitigar la huella de carbono de la IA?
Como pionera en la investigación sobre el impacto de la IA en el clima, Luccioni desarrolló en 2020 la herramienta “CodeCarbon”, que ayuda a los desarrolladores a cuantificar la huella de carbono generada por sus códigos.
Esta herramienta, que ha sido descargada más de un millón de veces, es un paso hacia la concienciación sobre el costo ambiental de la IA.
La experta insiste en que la clave está en educar a las personas sobre lo que la IA generativa puede hacer y a qué costo, para fomentar un uso más consciente y responsable de la tecnología.