La pasión de ‘Dani’ por el fútbol supera cualquier barrera

Un gol por la inclusión: Daniel demuestra que el deporte es para todos.

Muchos se acercan y nos preguntan por el fútbol en los Juegos Juveniles, pero el enigma de las personas, incluidos periodistas, deportistas y el público que asiste a las justas parece ser solo una: ¿Qué es el fútbol PC? Y la duda les asalta especialmente por la sigla.

Para lo que parece ser un enigma, PC significa parálisis cerebral. Estuvimos presentes en la cancha auxiliar sintética Luis Fernando Montoya nombre dado en honor ‘al campeón de la vida’ e íbamos a observar a otros campeones de la vida.

Los jóvenes que practican esta disciplina viven su existencia detrás de la ‘pecosa’, no una muchacha, sino la pelota, que para ellos merece todos los abrazos, es besada y tomada con cariño cuando se anida en la red que marca un gol. Aunque por la naturaleza de esta disciplina necesita ser pateada, cada golpe es un lienzo que les da un motivo para luchar a estos futbolistas.  

Esta experiencia la vive ‘Dani’, capitán del representativo de Boyacá, quien quiere alzar su primera medalla de oro en estas justas: Él, un joven delgado, de tez trigueña, cejas pobladas, una sonrisa que irradia permanente alegría, buena gente, defensa central y líder natural, pues es el líder de su equipo y manifestó la alegría que le da el balompié.

“Un profesor llamó a mi mamá y le contó cómo era este hermoso deporte y yo fui al club donde entrenamos y allá me quedé con la selección mayor porque esto empezó con los mayores”.

Daniel Felipe Molina Barajas de 17 años, aún juvenil, se bate con los más experimentados y hace parte de la máxima selección boyacense, lo cual le ha dado liderazgo y personalidad competitiva. 
“Me ha cambiado muchas cosas, la actitud, esto sirve para mi cuerpo porque si no estaría con más discapacidad, pero esto sirve para procesar y es un cambio físico extremo”.

Él nació con la parte izquierda de su cuerpo afectado, sin embargo, gracias a su disciplina se ha soltado, se mueve con destreza en el terreno de competencia, cabecea, hace cierres y ejecuta los saques de meta de su equipo.

Estos días en el eje cafetero han sido, según él, los más felices como atleta: “Es un proceso bien con los chicos nuevos, tienen diferentes días, diferentes vainas y es muy bonito, lindo. Venimos por la presea dorada y paso a paso la estamos consiguiendo”. 

Sus compañeros lo simbolizan como un caballero y pudimos evidenciarlo, pues antes de iniciar la entrevista nos pidió un espacio, en el cual pudiera despedirse de sus rivales, a quienes visitó en su banco, les extendió la mano e incluso le alcanzó su sencillez para felicitarlos y abrazar a los técnicos, libre de banalidades.

Tiene recorrido: torneos nacionales, campeonatos locales y ha estado a punto de alcanzar medallas, no obstante, comenta “ha faltado un trisito” y espera tener su revancha en Manizales al vestirse de dorado.

Los límites no existen y entrena tres veces por semana y su mentalidad le exige darle un mensaje a la juventud.

“Sigan luchando por sus sueños, así tengan alguna limitación no se limiten y sigan porque es un esfuerzo, es una dedicación, se van a ver siempre los resultados”, puntualizó.

Emocionado dio las gracias y corrió hacia sus compañeros cargado de positivismo, por lo que se le pueda dar en los I Juegos Nacionales Juveniles.   



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