- La historia de Mariana Álvarez y Mayleth Mendivil, jóvenes promesas del balonmano cordobés.
En el Coliseo Multideporte hay dos nombres que están llamando la atención: Mariana Álvarez Palmera y Mayleth Mendivil. Estas dos jóvenes deportistas, de apenas 14 años, son las ‘Chiquis’ del equipo de balonmano de Córdoba, pero en la cancha se sienten gigantes.
Las llaman así, cariñosamente, por su baja estatura, respecto a las otras compañeras de escuadra y las rivales en el campeonato, que cumplió este martes su segunda jornada.
Mariana descubrió su pasión por el balonmano en el colegio. “El profesor de educación física me invitó a entrenar y me enamoré de este deporte”, recuerda. “Me gusta jugar en lateral porque puedo correr mucho y hacer goles», dice, mientras mueve su brazo derecho como si estuviera impulsando la pelota. Su entrenadora, Yalidis Salas, la describe como «una jugadora muy rápida y ágil, con un gran futuro en el balonmano”.
Con una familia que la apoya incondicionalmente, se siente motivada para seguir adelante. «Mi mamá, mi padrastro y mi hermanito son mis primeros admiradores”, afirma orgullosa.
En el equipo es destacada por su fuerza y capacidad goleadora. Sin embargo, Mariana reconoce que todavía tiene que mejorar en la defensa. «Me cuesta cuando estoy de defensa y me toca salir por la atacante rival y sacarla”, admite.
Mayleth, por su parte, se la jugó por el balonmano gracias a la alegría y la libertad que siente al jugar. “Me siento muy orgullosa de mí misma y empiezo a descubrir que soy capaz de muchas cosas”, confiesa. A pesar de su juventud, Mayleth ya ha demostrado ser una jugadora valiosa en el equipo. “Me gusta jugar en el centro porque puedo ver todo el campo y dar pases precisos a mis compañeras”, explica.
“Es una jugadora muy inteligente, con un gran potencial para ser una de las mejores del país”, así la define su entrenador, Jefferson Martínez, quien a su vez destaca que el apoyo familiar ha sido fundamental en su proceso.
Ambas estudian en instituciones educativas de Montería y han recibido el apoyo de sus compañeros y profesores. Mariana lo hace en el Colegio Gimnasio Moderno, mientras que Mayleth, en la Institución Educativa Policarpa Salavarrieta.
En el equipo de balonmano de Córdoba, han encontrado un segundo hogar. “Mis compañeras son como hermanas para mí”, dice Mariana. “Siempre nos apoyamos y nos motivamos mutuamente”, agrega Mayleth, quien agrega que “el equipo es como una familia, nos unimos y nos apoyamos en todo”.
Las compañeras de equipo están siempre pendientes de ellas, destacando que son las primeras que se suben al bus, y a quienes les supervisan que las comidas y que las habitaciones en los hoteles estén siempre adecuadas y dispuestas para estas dos pequeñas de estatura, pero grandes de personalidad.
Es su primera vez en el departamento del Quindío y ambas han quedado impresionadas por la belleza de la región, aunque admiten que el frío es un desafío.
Mariana y Mayleth, la fórmula M&M de Córdoba para soñar con el podio en el balonmano de los Juegos Nacionales Juveniles.