Con 17 años, Samantha Gómez Vázquez combina su alegría contagiosa con la potencia de sus golpes en el ring. La joven risaraldense, que conquistó el oro en los Juegos Nacionales Juveniles 2024, demuestra que con disciplina y carisma se pueden superar cualquier reto.
Pereira, 6 de diciembre de 2024. Samantha Gómez no solo impacta con sus golpes rectos y volados; su sonrisa también desarma. Extrovertida y risueña, esta joven boxeadora encontró en el deporte una forma de canalizar su energía y construir su camino hacia el éxito.
“Siempre me he relacionado mucho con niños y he sido más brusca, juguetona y me gusta recochar. Yo era muy peleona y una vez en una cancha me puse a pelear por curiosidad y el entrenador Jud Franklin Granada me vio y me dijo que tenía potencial. Desde entonces, el boxeo se convirtió en parte de mi vida”, recuerda.
A pesar de haber practicado deportes como fútbol, natación y patinaje y un arte como la danza, fue en el ring donde Samantha descubrió su verdadero hogar. “Aquí no solo entreno; aquí tengo una familia”, asegura.
El apoyo de su entorno ha sido clave. En el colegio, sus compañeros la veían con admiración. “Nadie se quería meter conmigo, decían que un puño mío daba miedo”, comenta divertida.
Y aunque su familia al principio temía por los riesgos del deporte, poco a poco aprendieron a celebrar cada uno de sus logros. “Mi mamá no soportaba verme en el ring, cerraba los ojos de los nervios, pero ahora se emocionan tanto como yo; en los Juegos Nacionales Juveniles el apoyo de mi familia fue fundamental para mi triunfo”.
Su éxito en los Juegos Nacionales Juveniles es fruto de una preparación rigurosa. “Entrené todos los días, a veces desde las cuatro de la mañana. El último mes, en la casa de Jenny Arias fue especialmente duro porque estuve a dieta y trabajando muy duro, pero valió la pena. Mis entrenadores me prepararon para enfrentar a rivales más fuertes y altas, y eso me dio mucha confianza”, explica.
Fuera del ring, Samantha es igual de apasionada. Le encantaban materias como educación física y religión, y siempre destacó como buena estudiante. Su carisma también se refleja en sus sueños: estudiar cosmetología, viajar a Corea del Sur y seguir representando al departamento y a Colombia en el boxeo.
“El boxeo te transforma”, afirma convencida. Por eso, invita a las niñas a practicarlo. “No es agresivo, como muchos creen. Es un deporte hermoso que te da disciplina, defensa personal, fuerza y confianza. No tengan miedo de intentarlo”.
Samantha Gómez, con su energía arrolladora y su espíritu luchador, se perfila como una de las grandes promesas del boxeo risaraldense. Y mientras sueña con un futuro lleno de campeonatos y nuevos horizontes, su mensaje es claro: la verdadera fuerza está en no dejar de sonreír y avanzar.
Fotos: Prensa Gobernación de Risaralda