En un emotivo acto de fe y arraigo cultural, la ciudad de Pereira fue testigo de la solemne procesión de la Virgen de la Soledad.
Evento que contó con la destacada participación de la gestora social de la ciudad, María Irma Noreña, así como de distinguidas mujeres pertenecientes al gabinete y diversas dependencias de la Alcaldía.
Este acontecimiento, que congregó a miles de pereiranos, se erigió como un símbolo de devoción, en el cual la comunidad acompañó con fervor la imagen de la Virgen María en su doloroso momento tras la muerte de Jesús.
La procesión, enmarcada por una atmósfera de recogimiento y solemnidad, se vio enriquecida con la sublime interpretación de balcones líricos y la magistral actuación de la Banda del Batallón Guardia Presidencial, brindando así un acompañamiento musical que elevó la espiritualidad del evento.
Este ritual, arraigado en la tradición religiosa y cultural de la región, no solo constituyó un momento de reflexión y encuentro espiritual, sino también un espacio de unión comunitaria, donde las expresiones de fe se entrelazaron con el patrimonio cultural de la ciudad, fortaleciendo así los lazos que nos identifican como pereiranos.
La procesión de la Virgen de la Soledad, más que un evento religioso, se erige como una manifestación de identidad y cohesión social, en la cual la devoción y la tradición se fusionan para enaltecer el espíritu y la esencia de nuestra querida Pereira.