María Angélica Bernal y una historia para enmarcar en el tenis en silla de ruedas

  • Sus más recientes logros son dos diplomas en los Juegos Paralímpicos de París 2024, en dobles e individual.

El 27 de marzo de 1995 marcó un antes y un después en la vida de Nelly Villalobos y Miguel Bernal. Ese lunes, en Bogotá, nació su única hija, María Angélica Bernal, quien años después se consagraría como la figura más destacada del tenis en silla de ruedas en Colombia.

Con cabello castaño oscuro, piel trigueña y ojos cafés, Angélica es conocida por su sonrisa contagiosa y su carácter, cualidades que la han llevado a la cima del deporte paralímpico. La deportista, quien pertenece al programa Atleta Excelencia del Ministerio del Deporte en la categoría élite, no solo es el orgullo de sus padres, sino que también ha inspirado a toda una generación de atletas y Para atletas en el país.

Su determinación y la pasión que vive por su disciplina la ha llevado a ser actualmente la raqueta número 1 de Colombia y la número 7 del mundo. Su amor por el deporte nació a sus seis años, cuando sus hobbies eran jugar voleibol, básquetbol, fútbol, patinaje y, por supuesto, tenis.

Todos estos deportes los practicaba con el uso de una prótesis, puesto que nació sin su pierna derecha. A sus 11 años, la Federación Internacional de Tenis realizó una clínica en Bogotá para personas con discapacidad física. Angélica asistió y de inmediato se reconoció su potencial para sobresalir en el tenis, pero ahora haciendo uso de una silla de ruedas deportiva.

«El momento en el que me senté en la silla me sentí libre. Ya no tenía que pensar que me iba a caer. Antes no podía correr por la cancha con la prótesis, así que con la silla de ruedas ya podía llegar a todas las bolas», declaró la joven bogotana al Ministerio del Deporte, en Rostros del Deporte.

Desde entonces, su camino en el tenis adaptado ha sido maravilloso. Apenas dos meses después de iniciar, viajó a Argentina para competir en un evento de la categoría junior, donde ganó su primer torneo a los 11 años. Entre 2011 y 2012, se consagró como bicampeona mundial de esa categoría, consolidando su nombre como un referente indiscutible del deporte paralímpico.

A los 17 años, debutó en los Juegos Paralímpicos, la competencia más prestigiosa en su disciplina. Desde entonces, ha disputado cuatro veces estas justas. Entre sus logros más destacados se cuentan dos diplomas paralímpicos obtenidos en París 2024, tanto en la modalidad individual como en dobles, además de ser la primera colombiana en disputar los cuatro Grand Slam en tenis en silla de ruedas, alcanzando las semifinales en estos importantes torneos.

Su palmarés también incluye una medalla de oro individual en los Juegos Parapanamericanos de Lima 2019, una medalla de plata individual y una de bronce en dobles en los Juegos Parapanamericanos de Santiago 2023, además de más de 20 títulos en torneos ITF de Tenis en silla de ruedas.

Angélica, actualmente, está finalizando una carrera en Relaciones Internacionales y Estudios Políticos. Su centro de entrenamiento es en Barcelona junto a un equipo multidisciplinario que incluye una preparadora física, tres entrenadores y un psicólogo, entre otros.

Este orgullo colombiano quiere que su impacto trascienda más allá de sus victorias en la cancha. Con esa convicción, fundó Semillas Barrera, una organización dedicada a apoyar a personas con discapacidad que se inician en la práctica del deporte. Para ella, no se trata solo de acumular títulos, sino de abrir puertas y allanar el camino para que otros también puedan alcanzar sus metas.

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