Intervención del Canciller Luis Gilberto Murillo en el Segmento de Alto Nivel de la COP16

Canciller Luis Gilberto Murillo

Canciller de Colombia Luis Gilberto Murillo

Quiero iniciar mi intervención felicitando a esta región de la cual soy oriundo, el Pacífico colombiano, al Departamento del Valle, al Departamento del Chocó, del Cauca, de Nariño e igualmente a la ciudad de Santiago de Calle y también a las más de 175 delegaciones que nos han permitido hasta ahora estar aquí y ser parte de este encuentro histórico.

Como se decía anteriormente que todavía continúa generando acuerdos y poniendo en el centro el futuro de nuestros pueblos, porque esta es la COP de los pueblos.

Hace unos días leía en el New York Times que esta COP es considerada la más importante y significativa que se haya realizado en términos del Convenio de Diversidad hasta el momento. Y nosotros en esta región nos sentimos muy orgullosos y orgullosas porque esta es la región de la diversidad, de la diversidad cultural, de la diversidad étnica y racial de los pueblos. Y esta es la región donde tenemos el corazón africano de Colombia y donde tenemos el espíritu indígena y donde tenemos la cultura campesina, que recoge la esencia de este país, que estamos muy complacidos que ustedes la conozcan.

Quiero realmente resaltar la presencia de los invitados, el apoyo, señor Secretario General de Naciones Unidas a este esfuerzo y resaltar el liderazgo del Presidente Gustavo Petro, de la vicepresidenta Francia Márquez y de la ministra Susana Mohammad, que han venido consolidando un liderazgo con mucha fuerza para cambio en el mundo.

La humanidad ha llegado a un punto de inflexión donde las decisiones ya no se pueden tomar pensando solo en cómo revertir el daño. No podemos seguir en las discusiones de solo hablar del daño que se ha hecho en el pasado, sino cómo construir el futuro desde hoy. La humanidad ha llegado a un punto en el que reconoce que está en deuda con el planeta y eso nos hace reflexionar sobre cómo nos relacionamos con la naturaleza, pero sobre todo la oportunidad que tenemos frente a nosotros para cambiar, para reflexionar sobre ese cambio.

Somos conscientes que nuestra huella ecológica. La huella ecológica de la humanidad supera la propia capacidad del planeta. Somos conscientes de que la biodiversidad está bajo amenaza por la misma humanidad. Que la salud de nuestros ecosistemas ha sido puesta en riesgo por y a costa de beneficios ya agotados, en aras de una prosperidad económica que ha sido muy mal distribuida, como se decía aquí, y que no ha sido equitativa.

Ante este escenario es satisfactorio ver que son los pueblos que, una vez más, desde la colectividad, desde una forma desinteresada, se reúnen nuevamente para intercambiar conocimientos.
Aquí estamos reunidos en Cali para generar acuerdos, para asumir compromisos que tienen como único fin nuestro propio bienestar. La sabiduría de nuestros pueblos afrodescendientes, comunidades locales, campesinos, indígenas, pueblos originarios del mundo regresa en forma de acciones que nos unen, que nos llaman a cuidar nuestro planeta.

Hoy quiero invitar a las delegaciones aquí presentes y a todas y todos los representantes de los pueblos del mundo a que en este espacio de intercambio de experiencias y de inspiración de nuevas ideas, sea el punto de partida. Una nueva forma de relacionamiento con la naturaleza, esa que han mostrado nuestros pueblos en esta región de Colombia. Comencemos hoy una nueva etapa del diálogo con el mundo.

Yo soy de una población muy cercana aquí, Andagoya, un pequeño pueblito en el estado, en el departamento del Chocó, muy cerca de aquí. Allí nosotros aprendimos el contacto con la naturaleza en una costumbre del día a día. Nadie nos enseñó a interactuar con la selva. Somos de mares y de ríos.
En mi pueblo se encuentran el río Condoto y el río San Juan y ese matrimonio ha dado los hijos de esos ríos. Andagoya tiene la bendición de tener esos dos ríos que convergen y está rodeada de bosques y de paisajes. Y allí crecí.

Sin embargo, vivo una constante amenaza por la lucha por la subsistencia de las personas allí y tristemente se ha visto obligada a acabar, poco a poco, con el ecosistema que le rodea.
El reto de esta COP16 no sólo está en que los líderes y representantes del mundo se den cita, que vengan y reflexionen sobre el cambio climático, sobre la pérdida acelerada de la biodiversidad. El reto está en que los pueblos como el mío, como Andagoya y todos los pueblos en el mundo estén también presentes en las decisiones que se tomen producto de esta nueva etapa del diálogo que proponemos a través de la Coalición Mundial de Paz con la Naturaleza.

¿Cómo hacerlo? ¿Cómo hacer para que de una buena vez entender que es necesario tomar acción? Hay que hacer la paz con nosotros mismos en este momento de convulsión y de guerras en el mundo. En Colombia se habla de paz y ustedes han vivido esa paz en estos días que llevan en Cali. una expresión de
nuestra cultura.

Hacer la paz con la naturaleza implica repensar el modelo económico y nuestro relacionamiento social y político. Hacer la paz con la naturaleza implica que nos movilicemos en forma colectiva, consciente y permanente para encontrar alternativas y mejores vías de subsistencia para salvar el planeta y la humanidad.

Hacer la paz con la naturaleza implica generar oportunidades y tenemos que aprovecharlas.
Por ello, en el marco de este evento, Colombia ha presentado la iniciativa de Coalición Mundial de la Paz con la Naturaleza. Es una oportunidad para construir una estrategia conjunta que haga frente a la crisis climática, a la pérdida de la biodiversidad, que busca cuidar los ecosistemas y que pretende acelerar el tránsito a un nuevo modelo económico verde y descarbonizado. Un modelo que fomente el desarrollo sostenible y que nos ayude a reconciliarnos con la naturaleza y con la vida misma.

Es para mí realmente un honor, un privilegio presentarles a ustedes esta declaración voluntaria, la declaración voluntaria para que construyamos esa gran coalición, instrumento que pretende reforzar los compromisos internacionales adquiridos en esta materia.

Una cosa sí les digo. Nosotros en este país estamos comprometidos, nos involucramos, nos comprometemos y nos dedicaremos a movilizar a toda la ciudadanía global y a los gobiernos para que se sumen a este esfuerzo y para que se pueda desencadenar la acción colectiva más grande que podamos tener para conseguir el cambio tan necesario que permita salvar el planeta y la humanidad.

De antemano quiero agradecer a los pueblos que nos impulsaron a proponer esta iniciativa y de manera especial, a quienes ya han hecho visible su compromiso adhiriéndose a esta Declaración. A todos los líderes, lideresas, organizaciones sociales internacionales, de la sociedad civil, de los pueblos defensores de derechos humanos que ya se adhirieron a esta Declaración y a este compromiso de coalición.

Igualmente, a los países que van a liderar esta coalición, que se han adherido a ella y han conformado un grupo de coordinación:

Andorra, Antigua y Barbuda, Austria, Bolivia, Chile, Costa Rica, Ecuador, España, Estonia, Finlandia, Honduras, Madagascar, México, Moldavia, Noruega, Suecia, Polonia, Togo, Uganda y Uruguay.

Y a todos les invito a adherirse a esta declaración.

No es una declaración simplemente de estados y de gobiernos, es de la ciudadanía global. A todos, gracias por convertirse en los primeros embajadores de este cambio y de este nuevo diálogo con la naturaleza. Deseo que este primer impulso sirva para que todos los países, organizaciones, líderes y comunidades acepten esta invitación y se sumen a este llamado.

A lo largo de estos días ha sido muy emotivo conocer tantas historias de muchas personas de todas partes de Colombia y el mundo. Es inspirador ver a tanta gente aprovechando la oportunidad de venir a compartir sus causas y experiencias aquí en Cali, aquí en el Valle, aquí en el Pacífico, aquí en Colombia. Quiero agradecerles especialmente a todas las voces que nos ayudaron a promover un acto tan simbólico en compromiso con esta declaración. Y así deben hacerse acciones promovidas por la gente, con las políticas que se desarrollen entre todos los pueblos, las comunidades, para que de manera conjunta podamos contribuir a robustecer la cultura de la paz con la naturaleza. Un llamado por la vida.

Este es un cambio cultural y la conservación es un hecho cultural. Esta COP nos continúa sensibilizando sobre la urgencia de ajustar las prioridades del mundo para cuidar lo más valioso que tenemos: la vida. La vida en todas sus expresiones.

Deseo que esta COP, la COP16, la COP de la Gente, la COP de los pueblos, quede en la historia como el nuevo modelo de generación de acuerdos, oyendo las voces de las comunidades, de los pueblos, pensando en la realidad local y desde aquí dar una respuesta al Mundo.

Cali, el Pacífico y Colombia no serán los mismos después de esta COP16, pero esperamos que las COP de Biodiversidad y todas las convenciones no sean las mismas después de Cali.

Deseo que después de este encuentro y de esta declaratoria seamos una mejor versión de nosotros y nosotras mismas para Colombia durante el tiempo que hemos ostentado y hemos estado aquí.
Es un momento emotivo y de orgullo y mantenemos abierta la permanente suscripción a esta declaración de la Coalición Mundial de la Paz con la Naturaleza. Un llamado por la vida. Durante los dos años de la presidencia de la COP, en cabeza de nuestra ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, vamos a tener abierta la declaración para que todos se puedan adherir y pueda seguir creciendo.

Será motivo de orgullo generar oportunidades y, por supuesto, será un honor aprovecharlas de la mejor manera.

Yo quisiera invitar a esto también, se trata de relevo, y aquí quiero sentar una voz de queja y de protesta porque no me dejaron entrar a los niños que tenían que presentarse aquí, pero hay que abrirles a estos espacios a los niños y a las niñas. Pero aquí hay algunos, porque se trata de relevo, relevo de conceptos, de ideas y de relacionarse con la naturaleza.

Y yo quedé muy impactado por nuestros niños, niñas, adolescentes, jóvenes de Colombia, los hemos designado embajadores de buena voluntad de la paz con la naturaleza y a ellos les entrego, porque son ellos realmente los que van a asumir el liderazgo de esta gran coalición. Xiomara, Gabriel, Heini y Sara, la asamblea es de ustedes.

¿Cuál es el primer paso que tenemos que asumir para realmente poder hacer la paz con la naturaleza? Les dejo a ustedes aquí porque son el relevo.

(M.R.E)



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